El primer vino del Priorat era de Siria

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08/11/2015

Los arqueólogos tienen claro que fueron los fenicios los que introdujeron el consumo de vino en Cataluña seis y siete siglos antes de Cristo, a través de las Terres del Ebre, el Camp de Tarragona y el Penedès Histórico. Datos recientes lo confirman en yacimientos del Penedès y de la Terra Alta, y en este sentido, la comarca del Priorat no es ninguna excepción después de que también se encontraran, hace unos años, pistas de algunos de los primeros vinos que consumieron nuestros antepasados ​​y que, mira por tú donde, venían de la otra orilla del Mediterráneo.

Vamos a pasos, sin embargo, que el asunto no es sencillo. El caso es que los fenicios eran el pueblo que habitaba la actual Siria, el Líbano e Israel. Como ya saben, la cultura fenicia fue muy importante para el Mediterráneo, entre otras cosas por la vocación comercial de este pueblo inquieto, que llegó todas partes.

Buena parte de su actividad comercial se basaba en el intercambio de bienes locales (lo que tenían las tribus íberas) con mercancías que los fenicios producían o manufacturaban. Se sabe, por ejemplo, que los fenicios eran grandes artesanos de las joyas y de la ropa y, incluso, que conocían la navaja de afeitar y que la intercambiaban como un objeto de valor revolucionario.

Dicho esto, se da por hecho que los introductores de la vid y el vino en la Península Ibérica fueron ellos. Así que toma un importante sentido, visto desde hoy día, el descubrimiento en el pueblo de El Molar de una ánfora fenicia de vino, que a la fuerza tenía que ser uno de los primeros vinos que conocieron y probaron los pobladores de lo que hoy en día conocemos como el Priorat. Podemos concluir, por tanto, que los fenicios traían vino a los íberos que vivían en el pueblo de El Molar. ¿Pero sabemos qué obtenían ellos a cambio?

En este sentido, son fundamentales las excavaciones hechas desde el año 2001. Los arqueólogos de la Universidad de Lleida han concluido que el plomo de las minas de El Molar ya viajaba durante esa época (seis y siete siglos AC) hasta Andalucía. Lo demuestran las últimas técnicas científicas basadas en el análisis de los isótopos radiactivos, que son una especie de ADN de los minerales, que permite saber de dónde ha salido exactamente un plomo (si de aquí o de allí) porque no hay dos minerales que tengan los isótopos calcados.

Así que ya lo saben. Muchos siglos antes de Cristo, los comerciantes fenicios ya venían a El Molar, de donde tomaban el plomo y llevaban cobre, objetos de prestigio y ánforas de vino. Los primeros vinos que bebieron los pobladores de la época en esta tierra que, hoy en día, llamamos Priorat.