¿George Orwell bebía en porrón?

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06/08/2015

Si el porrón fuera un invento italiano o al menos fuera usual en Italia, lo habríamos visto hasta la saciedad en las películas norteamericanas y consideraríamos el porrón un utensilio divertido, útil y bien diseñado. Pero como el porrón es algo típicamente catalán, parece que lo dejamos de lado como un recipiente de la antigüedad que no tiene ningún sentido en nuestros días, únicamente en algunas casas y fiestas.

Sea como sea, el nombre porrón viene del latín porrum, es decir, el ajo puerro, y se le puso por el parecido de la forma que tiene el puerro con el cuerpo del recipiente. El porrón, como mínimo, de origen medieval y ya se hace referencia directa escrita en, por ejemplo, L’Espilll, de Jaume Roig. Antiguamente, sin embargo, lo llamaban “meitadella” y se hacían de barro.

No es extraño, por tanto, que en Cataluña haya muchas tradiciones y dichos alrededor del porrón. En cuanto a la fortuna, hay una tradición que dice que si por accidente (sin intención) una persona rompe un porrón y se derrama el vino que contenía, es señal segura de buena suerte. Pero si se hace expresamente entonces la buena suerte no viene de ninguna de las maneras…

Así que, como es lógico, el porrón ha sorprendido a lo largo de la historia a muchos de los visitantes que ponían los pies en Cataluña. Una de ellas fue el periodista y escritor británico George Orwell, que en su libro Homenaje a Cataluña, se muestra perplejo ante los porrones, que ve por primera vez durante la guerra civil. Dice esto: “Comíamos en mesas de caballetes, muy largas, y en platos de lata permanentemente llenos de grassa, y bebíamos con algo horrible que llamaban «porrón». Un porrón es una especie de frasco de vidrio con un brazo puntiagudo del que brota un chorrito de vino cada vez que lo levantas en alto; así puedes beber a distancia, sin tocar el porrón con los labios, y lo puedes pasar de mano en mano. Yo, en cuanto vi cómo funcionaba, lo del porrón, me impuse y exigí un vaso. A mis ojos, los porrones se parecían demasiado a los orinales de vidrio para los enfermos, especialmente cuando estaban llenos de vino blanco ”

Quizá sí que porrones y orinales de hospital son primos hermanos… Dejémoslo aquí.