Petites Estones Blanc 2016
Hay vinos que son un regalo, como Petites Estones Blanc de Vins de Mas Sersal - Estones Vins. Y no lo decimos por una cuestión de precio (que en el caso de este DO Terra Alta es excelente por lo que ofrece) sino porque ilusiona abrir una botella, porque uno sabe que lo que catará será muy bueno y lo disfrutará mucho.
Estos días hemos probado la añada 2016 de esta garnacha blanca, y hemos encontrado la franqueza y la pulcritud de siempre. En nariz, aromas afrutados y florales, pero sin estridencias, en su justa medida, como el recuerdo de un perfume fresco. Es una cuestión de equilibrios, de limpieza, de sugerir sin empalagar.
Esta sensación placentera de que todo se muestra a su tiempo y en la intensidad que les corresponde la volvemos a encontrar en boca. La dulzura de la fruta, una excelente acidez y un ligero toque amargo (propio de la variedad) se entrelazan y, con un paso muy agradable por boca, invitan a seguir bebiendo. Un muy buen vino, sin ningún "pero".
Detrás de esta garnacha blanca (sin paso por madera, que no lo habíamos dicho), se encuentran Salvi Moliner y Sergi Montalà. Ambos, forjados en el mundo del cava, comenzaron a elaborar vinos en la DO Montsant casi como un hobby al margen de las burbujas. Suelen explicar que los hacían “a estones” (“a ratos” en catalán, de ahí el nombre de los vinos y de la bodega). Primero se atrevieron con los tintos, en Montsant, y un tiempo después se abrieron a los blancos de la Terra Alta, como el Petites Estones Blanc. Ahora ya no los elaboran a ratos, los vinos. El proyecto se ha hecho mayor y continúa creciendo, y nos permite disfrutar de vinos como el que hoy nos ocupa.
Como en otras ocasiones, hemos disfrutado mientras lo probábamos. Ha sido sólo un rato, pero siempre nos deja buen recuerdo.