Catedrales funcionales

Temática: 
09/10/2014

De entre todas las bodegas de la comarca del Priorat, dos tienen la consideración de “Catedrales del Vino”: Celler Cooperatiu de Cornudella y la Celler Cooperatiu de Falset (bodega de la Cooperativa Falset-Marçà). Ambas bodegas, que actualmente elaboran vinos bajo el amparo de la DO Montsant, fueron construidas siguiendo los planos e indicaciones del arquitecto Cèsar Martinell a principios del siglo XX y han sido restauradas recientemente.
La espectacularidad arquitectónica de estas dos obras del modernismo embelesa todos aquellos que las visitan, y nosotros, que tenemos el Celler Cooperatiu de Falset muy cerca de nuestros establecimientos, podemos dar fe ello.

Celler Cooperatiu de Falset

Celler Cooperatiu de Falset

Bóvedas catalanas, pilares de ladrillo, piedra autóctona, arcos formeros y parabólicos, enormes cerchas de madera, fachadas y naves centrales imponentes ejemplifican, entre otros aspectos, la majestuosidad y el porqué de la mención “catedral” cuando toca referirse a estas dos bodegas cooperativas.

Y esta majestuosidad que rápidamente nos llena los ojos (generar admiración era seguro uno de los propósitos de este arquitecto discípulo de Gaudí) no está reñida con la funcionalidad de dos edificios que fueron encomendados para trabajar y no únicamente por ser contemplados.

Cèsar Martinell concibió edificios funcionales, expresamente diseñados y organizados para facilitar los trabajos de elaboración de vino. En el caso de Falset, las bóvedas catalanas que sostienen las tinas facilitan la correcta ventilación del edificio. Además, dado el desnivel del terreno donde está construida, el lado sur queda hundido. Esta circunstancia facilita, por un lado, la descarga de la uva y, por otro, protege esta zona del sol.

En el caso del Celler Cooperatiu de Cornudella, más de lo mismo. En primer lugar, son destacables las aberturas de ventilación. Éstas favorecen la expulsión de los gases nocivos producidos durante la fermentación y permiten mantener la bodega a la temperatura idónea. Por otra parte, mencionar la ingeniosa disposición arquitectónica que permite que la mayor parte de los procesos se realicen por decantación, por gravedad.

Inici dels treballs de construcció del Celler de Cornudella. Autor desconegut. Arxiu Cèsar Martinell, Museu de Valls. Llicència Creative Commons. No comercial.

Construcción de Celler de Cornudella. Autor desconocido.
Arxiu Cèsar Martinell, Museu de Valls.
Licencia Creative Commons. No comercial.

Sin duda, la conjunción de estética y funcionalidad no es una casualidad, y si visitáis estas dos bodegas lo podréis comprobar.

Una curiosidad de Cèsar Martinell

Más allá de que fuera muy buen arquitecto, el éxito de César Martinell y sus cooperativas es que él, que era hijo de Valls, se sentía un hombre de pueblo y se lo pasaba en grande desplazándose a controlar el curso de los trabajos.

Se lo pasaba tan bien que llegó a la conclusión de que había que ir con chofer. Y es que Martinell pronto se dio cuenta de que cada vez que se desplazaba a alguno de los pueblos donde trabajaba, los cooperativistas le daban a probar todos los vinos y lo invitaban a desayunar y a comer y a lo que conviniera. Y

él bebía, cortésmente, y no había manera de ponerse al volante con unas ciertas garantías. Así que la solución acabó por contratar un chofer, a quien, por cierto, tenía bien prohibido que probara una sola gota de alcohol.