Eduard Punset, la uva, el Priorat…
Posiblemente no son muchos los que saben que Eduard Punset, el divulgador científico, el que fue ministro de UCD, pasó los primeros diez años de su vida en la Vilella Baixa. Y no es sólo eso, sino que Punset confiesa que aquellos primeros diez años de su vida le marcaron profundamente y, a menudo, lo relaciona con la agricultura, la vid, el paisaje y el modo de vida del Priorat.
Dice cosas como esta, Eduard Punset: “Cuando has vendimiado, has ayudado a poner las uvas en las portadoras, cuando has pisado la uva en el sindicato y has domesticado pájaros, como yo hice en la Vilella, estos recuerdos no te abandonan nunca más”. Tampoco es extraño. De la Vilella salen uvas y vinos excepcionales (como Lo Givot, que ha sido una referencia enológica durante muchos años y que ahora ha dejado de elaborarse) y donde hay bodegas como Celler Sabaté, que llevan más de cien años haciendo vinos auténticos y tradicionales.
Pero volvamos a nuestro pequeño Eduard Punset, que no es que fuera nacido en La Vilella, sino que era el hijo del médico de la Figuera, La Vilella Alta, La Figuera y Cabacés. Del Priorat, cuando él tenía diez años, su padre y toda la familia marcharon hacia la costa, hacia Salou. Punset conserva muchos recuerdos del Priorat ligados a la tierra y a la viña. Recientemente, en el prólogo de un libro decía esto: “En la Vilella Baixa hay pocos fósiles, pero los bancales de cepas, los mismos márgenes, las calles hechas de piedra y los puentes de toda la vida, sin pedirlo, te dan una concepción geológica del tiempo. Inmersos en aquel paisaje del Priorat es imposible salir corriendo tras una llamada. En la Vilella aprendí a no correr ni llegar tarde”.
Otras cosas que ha dicho Punset de la Vilella Baixa, en entrevistas varias, a lo largo de los años, acentúan aún más la importancia capital que, a su juicio, tuvo la Vilella Baixa en su vida. Dice Punset: “Cada cumpleaños me acuerdo y me entretengo comparando lo que sabía el abuelo Monget, sin moverse del Priorat, y lo que yo había acumulado mientras vivía en unos diez países diferentes. Pasé revista muchas veces, y siempre me ganaba el abuelo Monget de La Vilella. ¿Por qué? Porque en su baúl había lo esencial para la vida: las esencias, los perfumes de la tierra y del agua, los pájaros, los granos de uva… En cambio, en mi baúl, las pequeñas cosas siempre tapaban lo esencial”.
Quizás es por eso que Eduard Punset (como ha escrito él mismo en su blog) tiene claro donde quiere ser enterrado: en la Vilella Baixa. Lo cuenta en este post que tituló “Ático con vistas” [http://www.eduardpunset.es/19401/general/atico-con-vistas], refiriéndose al nicho que ha escogido para pasar su eternidad.
Foto: Grupo Punset Producciones.