Sílvia Puig: "Elaboro los vinos que puedo hacer yo sola"

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10/28/2019

Entrevistamos a la enóloga Silvia Puig, nacida en El Vendrell en 1975, quien hace veinte años (en 1999) elaboró ​​su primer vino en el Priorat. Vinculada durante años a la bodega Vinyes d’Itaca, en Gratallops, lleva más de diez años al frente de un proyecto de lo más personal: En números vermells (En números rojos).

¿Cuánto tiempo llevas con el proyecto En números vermells?

Hace más de diez años. Empecé en 2008 haciendo una barrica de vino, cuando aún trabajaba con mi padre, en Gratallops. Básicamente, quería hacer una barrica para mí, y ya no he parado. Después alquilé un garaje de 70 metros cuadrados en Torroja del Priorat, y fui creciendo hasta el punto que desde 2017 estoy instalada en una pequeña bodega en Gratallops, donde puedo trabajar en mejores condiciones. Pero tampoco quiero crecer mucho más, la verdad. Como mucho quiero llegar a las 10.000 botellas, o algo así

¿Y eso?

Porque ahora, básicamente, trato de hacer los vinos que me apetece elaborar, simplemente. Me puedo permitir un poco el lujo de hacer un vino si encuentro una viña que es chula, por ejemplo. De todos los vinos que elaboro, que ahora mismo son seis, hago muy pocas botellas. De un vino hago 1.000, de otro 1.500 ... Y en algunos casos, no paso ni de trescientas. Trato de disfrutar de lo que hago, de hacer vinos que me apetezcan, que pueda controlar yo sola.

Supongo que es muy diferente de trabajar con proyectos más grandes...

Es otro mundo... En un proyecto grande es más difícil tenerlo todo bajo control. En este caso, yo estoy haciendo precisamente lo que puedo hacer yo sola, más allá de que pueda coger alguna persona para embotellar o que me ayude puntualmente… Tampoco quiero ir más allá. Hago vinos que yo controlo de principio a final. Es lo que quiero hacer: vinos que me llamen la atención, que no me aburran, que me apetezcan.

En todos estos años, ¿cómo ha ido evolucionando este proyecto tan personal?

En 2008 empecé haciendo un solo vino, y no hace falta que te explique porque le puse a la bodega En números vermells: me parece que está clarísimo. Compré una barrica, y me puse a elaborarlo. El primer vino que hice fue un vino de garnacha y syrah, que es un coupage que siempre me había apetecido hacer y que hasta entonces no me había sido posible elaborar. Y poco a poco empecé a ampliar líneas. Ahora elaboro seis vinos y los hay que son de carácter más clásico y otros, no tanto. Tengo un coupage tan clásico del Priorat, como un vino hecho con un 70% de garnacha y un 30% de cariñena.

Tú no eres originaria del Priorat, pero hace muchos años que vives aquí.

Justamente hace veinte años del primer vino que hice en el Priorat. El primer vino que hice aquí fue el Odysseus en la bodega de mi padre, Josep Puig, en Gratallops. Después, mi padre vendió la bodega a unos señores rusos, y es cuando yo decidí tirar por mi cuenta. Lo conozco muy bien el Priorat, y eso que yo soy del Penedès. Me hubiera podido quedar allí, pero el Priorat ha sido mi opción de vida y trabajo.

¿Qué enseña el Priorat?

Una de las cosas que tengo muy claro es que en el Priorat el coste de producción de los vinos es muy elevado, y eso no lo puedes perder de vista nunca. Aquí hacer muchas botellas a un precio comercial es muy difícil y el riesgo de pillarse los dedos es muy elevado si decides hacer muchas botellas con la idea de competir con precios realmente bajos. Así que yo prefiero trabajar con pequeñas producciones, que sean diferentes, distinguidas, y que me permitan poner un precio medio que me permita ganarme la vida dignamente sin tomar riesgos innecesarios.

¿Dónde comercializas los vinos?

La mitad de la producción la exporto a Estados Unidos, básicamente. Los Priorat siguen teniendo un muy buen mercado en Estados Unidos. También vendo algunas botellas en Bélgica, Suiza... Y luego vendo vino aquí, con la venta directa que me hago yo en Cataluña.